Expone: Prof. Dra. Lucía Delgado

Fecha: 14 de agosto de 2021

Buenos días a todos y gracias por la invitación que les he hecho de forma virtual y ahora personalmente, es un placer compartir las conferencias de invierno me encanto la conferencia de Gonzalo, pero ya tendremos tiempo y para trabajar juntos también.

Hace décadas que decimos que el cáncer ya no es de los oncólogos sino de todos los profesionales que trabajan en cáncer ya sea en el área clínica y básica y que debemos trabajar cada vez más juntos como es el ejemplo de este joven estudiante de doctorado, que tanto está aportando en esta área importante de los virus oncolíticos.

También el área de las carcinogénesis virales, está siendo poco explorada sin embargo es muy interesante. Y justamente en este tema, en marzo de 2020 recibí la llamada del Prof. Tabaré Vázquez, por el 14 de marzo surgió el primer caso en Uruguay. Llamó a varios investigadores y clínicos para una cosa muy simple: estaba preocupado por todo lo que los gobiernos no iban a poder hacer durante la pandemia infecciosa, respecto al resto de las áreas de la vida, no solo el área de la salud. Preocupado por este impacto de la pandemia que iba a centrar la atención de los gobiernos sobre el resto de las áreas de la vida, ni que hablar de las otras áreas de la salud entre ellas la principal causa de morbimortalidad en el mundo, que son las enfermedades no trasmisibles, responsables de 1 de cada 3 muertes, el 70% que ocurren en el mundo y también en nuestro país. Y en ese momento se conformó un grupo de trabajo que resultó en un documento que se le entrego al presidente de la Republica en mayo de 2020 y luego nos enfocamos en cáncer que es una parte del problema, pero no menor.

Un poco de eso es lo que quiero mostrar; el equipo uruguayo actualizando la información, relativa al impacto de la pandemia, en Uruguay en cáncer, no tenemos todos los datos de lo que pueda estar pasando porque para eso hay que tener registros nacionales que registren los datos como datos lógicos, es decir con respuesta precodificadas, es decir fácilmente accesible al análisis y eso la mayor parte de los países no lo tienen. Uruguay tiene algunos registros que tendremos que ir mejorando y eso nos permite hoy compartir estos datos.

 

Vamos a compartir datos de lo que ha ocurrido en América Latina y concretamente en Uruguay y también el trabajo consistió el analizar la situación de control de cáncer en Uruguay y en otros muchos países de América latina que participaron en esta propuesta liderada por Tabaré Vázquez. No solamente se analizó cual era la situación del control del cáncer previo a la pandemia, el impacto de la pandemia sobre algunos indicadores principales del control del cáncer y las propuestas para implementar acciones que pudieran mitigar ese impacto negativo. Adelanto que los datos de Uruguay fueron presentado oportunamente a las autoridades, el trabajo internacional con todos los países, a la OMS, OPS, tenía también los datos de Uruguay y cada país presento a las autoridades de la salud, al ministro de Salud Pública a la Facultad de Medicina en los ámbitos académicos los resultados obtenidos y las propuestas con la idea de contribuir a reducir este impacto negativo.

En Uruguay nos recibió el ministro de salud pública que tiene la información con la que contábamos hasta el momento en que nos recibió allá por fines de octubre, muy buena recepción. Pero en diciembre cuando íbamos a tener la tercera reunión de trabajo, el crecimiento preocupante de la pandemia, hizo que el gobierno se volviera a concentrar casi exclusivamente en intentar controlar la pandemia infecciosa. Bueno, hecha esta introducción entonces, no tengo conflictos de interés relevantes para esta presentación. Y quiero aclarar que soy ex profesora titular, pero está en nuestra condición ser activos y querer trabajar por lo que estoy trabajando en un cargo honorario en la facultad de medicina y en muchos otros lados.

Estas son las cifras de cáncer en el mundo antes de la pandemia, era la segunda causa de muerte. Durante la pandemia en Uruguay el cáncer paso a ser la tercera causa de muerte a raíz de Covid19, entre abril y julio fueron la primera causa de muerte. Lo preocupante es que las enfermedades no trasmisibles durante la pandemia van en aumento, pero es evitable esto y puede ser controlado en la pandemia y ni que hablar en la post pandemia. Hay un aumento importante y progresivo de la incidencia que está asociado al aumento de la expectativa de la vida. Cuanto mejor se controlan otras enfermedades, aumenta la expectativa de vida y el cáncer que tiene una mayor proporción de personas añosas es lo que influye más el estilo de vida occidental. También el sedentarismo, sobrepeso, obesidad, tabaco, consumo nocivo de alcohol, virus.

Pero Uruguay partió con una situación buena ya teníamos incorporada la vacuna para HPV, desde hace años la vacuna para hepatitis B para controlar los virus que están asociados a los canceres frecuentes. Y también una buena campaña de sensibilización y buenas acciones para reducir el consumo de tabaco, Uruguay fue líder en el mundo y tiene que seguir siéndolo. Y lo otro preocupante es que los costos en la atención del cáncer han ido en aumento, es la patología responsable del creciente aumento de los costos en salud, sobre todo lo vinculado al desarrollo de las nuevas terapias que tienen un precio elevadísimo y que no tiene relación alguna con la eficacia o intolerancia. Simplemente es un precio que cumple con las expectativas comerciales de las empresas.

Bueno decíamos que el cáncer en el mundo es la segunda causa de muerte, pero en muchos países ya es la primera hace décadas como en EEUU, por ejemplo. Y en Uruguay ya está cerca de ser la primera porque 8.000 y poco fallecen de cáncer por año y 300-400 de enfermedades cardiovasculares, o sea que ya estaba casi en el primer lugar, a la par de las enfermedades cardiovasculares, pero ya es y esto es lo más preocupante, la primera causa de muerte precoz, lo que la OMS define antes de los 70 años.  Por lo que ven ahí, Uruguay es uno de los países con mayor causa de muerte en pacientes de 69 años o menos.

¿Es posible reducir la incidencia y la mortalidad por cáncer? Por lo menos un tercio de los canceres, desarrollando algunas acciones mínimas recomendadas, se pueden prevenir, evitar, reduciendo los principales factores de riesgo y el tabaco es uno de los primeros responsables de la elevadísima cantidad de muertes en el mundo, así como las infecciones oncogénicas. Y 30% se pueden detectar en una etapa temprana con posibilidades de curar a largo plazo y todos pueden beneficiarse de los cuidados paliativos.

¿Qué paso con la pandemia? Primero ya saben que los pacientes que reciben inmunosupresores, tienen más riesgo de desarrollar complicaciones graves, cuando sufren una infección por COVID, sobre todo los que tienen patologías torácicas, porque la neumonitis es una complicación fatal en pacientes que sufren COVID 19.

Pero a estas infecciones severas se suman otros riesgos que se han ido incrementando y es que la pandemia obligo a modificar la forma de funcionamiento de las instituciones de salud. Es decir, muchos pacientes no han tenido acceso a consultas presenciales, a eso se sumó el temor de la gente a subirse a un medio de transporte o llegar a la institución y encontrarse con otros pacientes, etc., etc evitar tratamientos inmunosupresores, tratar de evitar la quimioterapia.

Todos los cambios vinculados al distanciamiento físico y al manejo terapéutico, evitar cirugías que pudieran requerir cuidados críticos, esperar a que haya menor circulación comunitaria y menos riesgo. Y a todo esto se le sumo el cambio de hábitos saludables, que tampoco sabemos cuánto impacto ha habido pero la alimentación, el aumento de peso, el sedentarismo, consumo de tabaco que no ha variado. El aumento de la pobreza uno de los principales riesgos para cáncer y otras enfermedades no trasmisibles, no es necesario explicar por qué. Entre otras cosas las posibilidades de trasladarse, acceder, de los copagos en los prestadores privados. Ahora hablo no solo del mundo sino de Uruguay, pese a todos los avances, en cáncer en 2008 a pesar de que no existe el copago para la quimioterapia, hormonoterapia ni en la radioterapia convencional, los pacientes enfrentan en los prestadores privados costos en estudios importantes como resonancias, en algunos tipos de biopsias que no están en el Pias, como en el cáncer de páncreas que viene creciendo y se pueden mencionar varios ejemplos, quien tenga un familiar que ha pasado por esto, puede saber que constituye una barrera importante.

Con respecto al factor pobreza, hay datos del Banco Mundial y de la OMS, que las crisis económicas, muestran que se han asociado con un aumento de la mortalidad por cáncer. Se cita el ejemplo de la crisis económica del 2008-2010 asociado con un exceso de aproximadamente 260.000 muertes relacionadas con cáncer en los países de la Organización para la Cooperación Económica y Desarrollo (OCDE).

Como consecuencias de la demoras en los estudios, en tratamientos, en general en el mundo, en estudios de tamizaje que se realizan en personas presuntamente sanas para diagnosticar el cáncer en una etapa muy temprana, asintomática o más todavía, una lesión precancerosa  y preinvasiva como ocurren con el PAP, para el diagnóstico del cáncer de cuello uterino o el test de sangre oculta,  para detectar y no necesariamente un cáncer en una etapa temprana, sino también un carcinoma in situ, sino también un adenoma, un tumor, una neoplasia benigna de riesgo, un pólipo grande.

Entonces como consecuencia en la demora del tamizaje para mama, colo recto, cuello de útero, para el diagnóstico oportuno, el paciente que presenta dolores, síntomas, que durante la pandemia no se realiza los controles, porque asume que no es algo de cuidado, y que no quiere exponerse por miedo a un mal y prolonga la asistencia. Y si decidía concurrir a una consulta, no era fácil por los necesarios cambios que se implementaron durante la pandemia en la organización de los servicios de salud.

Todo esto hace presumir y está demostrado ahora, que durante la pandemia existiría una reducción (que no es real) de la incidencia del cáncer, que lo que existe es una reducción en los diagnósticos, que se irán acumulando a partir de ahora y van a venir los que aparecieron ahora, más los que aparecían antes, sino consultaron a tiempo. Y más adelante además del aumento de casos, van a llegar en una etapa más avanzada, con menor probabilidad de curación y requiriendo más recursos para tratamientos paliativos de altísimo costo, porque la mayoría requieren de esos tratamientos que no aumentan la capacidad de curación, estos tratamientos de alto costo. Con un incremento en la mortalidad, en el gasto de la atención, y lo más importante sin beneficio para los pacientes y si con una disminución de las probabilidades de atender otras situaciones de salud, atendiendo una situación avanzada de gran sufrimiento y enormes costos en toxicidad y económicos.

¿Cuánto va a aumentar la mortalidad?

Los ingleses sobre todo han publicado varios estudios, porque esto no se puede medir aun en forma importante y estimaron que la mortalidad podría aumentar en el Reino Unido un 20% o un 30% la mortalidad por cáncer, debido a estos retrasos en la atención de la enfermedad, fundamentalmente debido a eso.

En otro estudio muy interesante muestran cuanto podría aumentar a 5 años y señalan que el cáncer colorrectal es el que más aumentaría (del 15.3 al 16.6%), que no nos sorprende porque es el que menos participan las poblaciones en el tamizaje para la detección temprana, y en esto hubo un retraso importante.

Cuando lo pensábamos a nivel Latinoamericano, nos preguntábamos si esto iba a pasar en el Reino Unido, también hay trabajos de Australia, de Estados Unidos. ¿Qué iba a pasar en nuestro continente? Donde predominan los sistemas de salud fragmentados, los sistemas de protección social débiles, no piensen sólo en Uruguay, que tenemos un sistema nacional de salud integrado, hay que pensarlo a nivel de América Latina. Con un mayor porcentaje de población en situación de pobreza, que los países europeos y norteamericanos todo eso hace presumir que el impacto de la pandemia sobre el control y los costos de la atención en cáncer iban a ser más importantes en nuestra región. Participaron 9 países: Uruguay, Perú, Méjico, Honduras, Guatemala, Colombia, Chile, Brasil y Argentina, a partir de mayo del 2020, 48 autores. Los principales resultados, del primer trimestre de pandemia, donde se dio el mayor impacto en la disminución de los estudios de tamizaje, personas que están asintomáticas, presuntamente sanas y que van a diferir los controles para detectar una enfermedad en etapa temprana o una enfermedad precancerosa.

En PAP vario entre los distintos países su reducción el número de personas, de mujeres que se lo hicieron entre un 46% y un 100%, en Uruguay fue alrededor de un 80%, refiere al primer trimestre de pandemia (desde el 14 de marzo al 30 de junio, 3 meses y medio). La mamografía entre un 32% y un 100%, el test de sangre oculta (solo Uruguay tiene un Programa Nacional de tamizaje para cáncer de colorrectal) los datos son nuestros, había bajado un 73%.

También se dio un fuerte impacto en la reducción de consultas de primera vez, es decir el paciente que fue, se animó, consultó, o realmente tenía unos síntomas importantes, consulto en el primer nivel de atención y es referido a un oncólogo.
Las consultas de este tipo bajaron en el primer trimestre en Uruguay 25% (28% y 35%). En cuanto a los tratamientos, quimioterapia hubo una reducción variable según los países, entre -2% y -54%, las cirugías entre un 28% y un 70%, en Uruguay no bajo, porque las cirugías oncológicas no se suspendieron y la radioterapia solo en 2 de 6 países se redujeron los tratamientos de este tipo, lo cual tiene varias explicaciones. El trabajo publicado con estos datos donde figura toda esta información del primer trimestre de la pandemia es “Social Distancing and Economic Crisis During COVID-19 Pandemic Reduced Cancer Control in Latin America and Will Result in Increased Late-Stage Diagnoses and Expense” de los autores Vazquez Rosas T, Cazap E, Delgado L.et. al.

Con respecto a Uruguay tenemos los datos actualizados al 30 de junio, estos fueron obtenidos al amparo de la Ley de Transparencia de la Información Pública, cuando algunos colegas dudan de la veracidad de los datos y cuestionan los mismos. Cuando luego analizamos datos de calidad con lo que encontramos, hay una diferencia muy grande. Y estos datos no son los que al grupo les pareció, sino que son los datos del único registro nacional de tamizaje que tiene este país, entregados oficialmente y de forma escrita. Obviamente son datos de las instituciones que registran, no todas lo hacen, si lo hacen la enorme mayoría y corresponden decenas de miles de pacientes en cada institución.

Globalmente en el primer año de pandemia comparado con el promedio de los 2 años previos, al principio bajo un 70% 80% el tamizaje, luego mejoró y hasta el 29 de febrero del 2021, no está incluido el trimestre del pico de la ola pandémica. La reducción fue importante PAP entre 40% y 45%, se redujeron los tres tamizajes, altamente preocupantes, sobretodo mamografía y test de sangre oculta, esto es altamente importante, sobre todo porque fue mayor en los tres primeros meses, pero también en el trimestre abril-junio (en el pico de la ola de pandemia) donde las cifras vuelven a subir con una reducción del PAP -50%, MX-58%, y Test de sangre oculta -70%.

Las primeras consultas oncológicas hasta diciembre se mantiene una disminución de las mismas, durante todo el año en el entorno del 24%, que no nos sorprende cuando el Gach publica los datos del Registro Nacional de Cáncer que concuerdan con que la incidencia bajo en este orden.

Los oncólogos recibimos una cuarta parte de los pacientes que recibimos en el promedio de los 2 años previos. Esos pacientes tienen cáncer, pero no fueron diagnosticados o no llegaron al oncólogo, al equipo oncológico para recibir tratamiento. La quimioterapia, luego que los pacientes se diagnostican, se realizaron a una disminución menor, la radioterapia y la cirugía no sufrieron una reducción significativa.

¿Qué paso con los gastos de la atención en cáncer?

En Uruguay no tenemos datos de costos directos ni indirectos.
Tenemos datos de lo que gastamos en salud si en algunas patologías muy pocas, pero aún no tenemos datos de lo que gastamos en la atención del cáncer.

Pudimos gracias a los economistas de la salud, en el grupo que integró el Dr. Vázquez, también integrado por oncólogos, médicos radioterapeutas, economistas y especialistas en administración de los servicios de salud, entre otros, analizaron esto. Y se encontraron con esta realidad.

Los gastos directos son los que se realizan en las instituciones para la atención del paciente oncológico, diagnóstico, tratamiento, cuidados paliativos, y los indirectos se refieren a la pérdida de productividad de las personas afectadas para el país, para los pacientes y sus familias. Solamente hubo datos parciales de Brasil, Uruguay, Perú y Méjico. Brasil tenia datos de costos indirectos el 0.34% del PBI, Uruguay datos parciales, en esos datos el país gastó 82 millones de dólares en el 2019, pero faltan más gastos directos que estamos analizando.
Entonces lo importante es ver cuánto más se gastará cuando lleguen esos pacientes en etapas más avanzadas de la enfermedad.
Méjico tiene datos de los costos de tratamiento en cáncer de mama, los tratamientos en HER2 Negativo, que son la enorme mayoría, cuando se presentan en etapa avanzada metastásica, se triplican los costos de estas pacientes que se detectan en etapa temprana. Y si se agrega un tratamiento de alto costo para las pacientes con receptores positivos, que son alrededor de un 70%, el costo puede ser hasta un 27 veces superior de lo que es el costo de un cáncer invasivo diagnosticado en etapa I  y II, o llegar a ser hasta 600 veces superior de lo que puede ser un cáncer in situ que se detecta por un foco de miro calcificaciones.

¿Cuáles son los desafíos?

Impedir que esto crezca y sobre todo evitar una situación incontrolable con desborde de todos los servicios de salud.

¿Cuáles son las propuestas bajadas a Uruguay?

  • Mantener y retomar las políticas públicas para el control de los factores de riesgo (tabaco, alcohol, obesidad, sedentarismo, vacunación, contra VPH y virus hepatitis B).
  • Por otro lado, nos preocupa que se hayan reducido las exigencias en el rotulado de alimentos, del punto de vista de las políticas públicas.
  • Más aún nos preocupa, que se decretó la autorización para la comercialización de los productos de tabaco calentado, la OMS ha sido muy clara en esto, no hay ningún producto del tabaco que no sea preocupante. Sabemos acá de lo que es responsable el tabaco, que es una pandemia, la principal pobreza.
  • Lo que recomienda la OMS “Todas las formas de consumo de tabaco son nocivas, incluidos los PTC”. “Por lo tanto, los PTC deberían estar sujetos a las medidas normativas y reglamentarias aplicadas a todos los demás productos del tabaco, en consonancia con el Convenio Marco de la OMS para el Control del tabaco”. Convenio Marco el cual estamos incumpliendo.
    La CHLCC le pidió  a la OPS-OMS al delegado que opinara, que nos hiciera llegar su visión y nos dijo esto en una larga carta de dos páginas. Y este decreto, así como las autorizaciones de la FDA, de EEUU muy presionados por intereses que no son los de la gente, le permiten a las tabacaleras como Phillip Morris Internacional (a quien le ganamos el juicio), recuperar, intensificar campañas, ventas y tergiversar mensajes, eso preocupa.
  • Es necesario reintroducir progresivamente las actividades de detección temprana, pero en forma progresiva, porque si no, como en el ejemplo del cáncer de colon, el 10% de las personas van a tener un test de sangre oculta positivo, y van a requerir una colonoscopía. Ahora si pensamos que vamos a tener un 50% mas o 60% más de pacientes, los servicios que realizan esos estudios, que ya estaba desbordados no van a poder diagnosticar. Y hacer tamizaje efectivo no es hacer el test y que la persona no sepa porque sangra. El tamizaje efectivo es estudiar, diagnosticar y tratar.
  • Desarrollar programas de sensibilización/educación que orienten de manera adecuada al paciente.
  • Garantizar el acceso a los servicios de salud, hoy hay cien mil personas más en situación de pobreza, que van a tener dificultad en trasladarse, para alojarse para tratamientos como la radioterapia, que nunca van a estar en ningún país del mundo ni en todos los centros, ni en todas las ciudades. Quizás considerar en los copagos para las personas más vulnerables que no están en ASSE sino en el mutualismo.
  • Adecuar las guías de práctica clínica (es muy importante no se pueden usar las mismas guías, no lo podemos ver en las preguntas) para la situación epidemiológica y el contexto de recursos.
  • Mantener y mejorar los registros de datos relevantes, fácilmente accesible al análisis (RNC, HCEO), para poder saber dónde estamos parados y hacer propuestas en consecuencia.
  • Promover la investigación en el área, lo estamos haciendo, pero también desde el área básica, la colaboración y el intercambio regional.

Estos son quienes hicieron posible este trabajo:

Tabaré Vázquez Rosas-Montevideo, Uruguay
Eduardo Cazap-Buenos Aires, Argentina.
Lucia Delgado-Montevideo, Uruguay.
Julia Ismael-Buenos Aires, Argentina.
Suyapa Bejarano- San Pedro Sula. Honduras.
Carlos Castro-Bogotá, Colombia.
Hugo Castro-Guatemala,Guatemala.
Bettina Muller-Santiago de Chile, Chile.
Francisco Gutiérrez Delgado-Tuxtia Gutiérrez,Chiapas, Méjico.
Luiz Santini-Río de Janeiro, Brasil.
Carlos Vallejos Sologuren-Lima, Perú.
Mónica Ventriglia-Buenos Aires, Argentina.
María Celeste Díaz- Buenos Aires, Argentina.
Gomes Temporao-Río de Janeiro, Brasil.
Sandro J. Martins-Brasilia, Brasil.
Mario Roberto Dal Poz-Río de Janeiro, Brasil.
Walter Zoos-Río de Janeiro, Brasil:
Alessandra de Sá Earp Siqueira-Río de Janeiro, Brasil.
Tania Alfaro Morgado-Santiago, Chile.
Rafael Urriola-Santiago, Chile.
Raúl Murillo- Bogotá,Colombia.
Lourdes Salazar-Guatemala, Guatemala.
Christian Murray-Guatemala, Guatemala.
Alejandra Zavala-Tegucigalpa, Honduras.
Julio César Zúniga-San Pedro Sula, Honduras.
Karla Zepeda-Tegucigalpa, Honduras.
María de los Angeles Mendoza-Tegucigalpa, Honduras.
Pedro Estrada-San Pedro Sula, Honduras.
Rolando Medina Banahona-San Pedro Sula, Honduras.
Jean René Clemenceau-Ciudad de Méjico, Méjico.
Marisol Torres Toledano-Ecatepec, Estado de Méjico, Méjico.
Wilson Cubides Martínez-Bogotá, Colombia.
Jorge Pérez Romero-Ciudad de Méjico, Méjico.
Omar Gómez Cruz-Tapachula,Chiapas, Méjico.
Efren Flores Alvarez-Aguascalientes, Méjico.
Adalberto Flores Coutiño-Tapachula,Chiapas, Méjico.
Teresa Apresa-Ciudad de Méjico, Méjico.
Adriana Gonzalez Delgado-Ciudad de Méjico, Méjico.
Alfredo Aguilar Cartajena-Lima, Perú.
Dra. Elena Tapia- López-Lima, Perú.
Rodolfo Vázquez-Montevideo, Uruguay.
Alvaro Luongo-Montevideo, Uruguay.
Miguel Fernádez Galeano-Montevideo,Uruguay.
Ida Oreggioni-Montevideo, Uruguay.

Liderado por el Profesor Tabaré Vázquez con su visión impresionante de ver lo que teníamos que hacer desde el inicio de la pandemia para complementar las acciones de los gobiernos en el control de la pandemia infecciosa, pero que no se iban a poder ocupar de estas otras áreas.

Muchas Gracias.

 

Preguntas y respuestas

Preg. Prof. Rodolfo Vázquez

Gracias Profesora muy interesante su presentación y además aportando algunas cifras muy preocupantes de la salud pública, de la salud colectiva. Una de las primeras cosas que me preocupó a lo largo de la presentación, que usted fue aclarando un poco el camino que habría que seguir. Pero a mí me gustaría profundizar un poco y esto va dirigido a mi primera pregunta, es con relación al tema de los tamizajes. Como bien sabemos son actividades de prevención secundaria, para lograr una diagnostico precoz y un tratamiento oportuno de las patologías. Se presentan por usted las cifras mostrando la brecha clara que se genera sumamente importante en la pandemia, de casi el 50% promedio de los tamizajes durante la pandemia, de PAP, cáncer colo rectal que es el segundo en Uruguay y cáncer de mama- Mamografía.

¿Qué deberíamos hacer específicamente para reducir esa brecha que se generó?

Porque en lo inmediato va a existir una reducción de la incidencia del cáncer, porque no se buscó, pero evidentemente en el mediano y largo plazo, se va a producir un aumento, que seguramente va a sobrecargar al sistema de salud y a las instituciones.

¿No deberíamos pensar en reformular las guías de práctica clínica de tamizaje? Porque vamos a encontrarnos en una realidad epidemiológica totalmente diferente y en que en esa línea ¿Qué opina usted hacia donde deberíamos ir?

 

Respuesta Prof. Lucia Delgado.

Es una pregunta muy importante, quizás de la mas importante, no podemos volver a plantear el control del cáncer con las mismas guías, y los mismos planes que en la pre pandemia, porque los recursos son finitos y no hago referencia solo a los económicos. En Uruguay poniendo el ejemplo del cáncer colo rectal, que es el segundo más frecuente y la segunda causa de muerte por cáncer en el país, la primera es el cáncer de pulmón-tabaco, control del tabaco. Segunda causa, de muerte por cáncer en Uruguay el de colo recto, se puede evitar, con estilo de vida saludable, pero fundamentalmente diagnosticando y resecando esos adenomas de alto riesgo, se puede diagnosticar en etapa temprana.

Hoy con la situación epidemiológica, hay una proporción mucho mayor de pacientes con cáncer invasivo, va a aumentar esta incidencia y en etapas más avanzadas. Entonces cuando teníamos otra situación de control, se generaron guías que buscaban diagnosticar los cánceres en forma temprana y también los adenomas de riesgo para evitar el cáncer. Pero ahora vamos a tener una mayor incidencia de cánceres en etapa temprana y en etapa avanzada. La prioridad es detectar los cánceres y porque no podemos apuntar a todos, igual que antes, porque el test de sangre oculta se lo pueden hacer todos los que lo precisen. Pero si da positivo, si sos parte de ese 10%, hay que hacer una colonoscopia. Y el número de colonoscopistas en el país, ya no daban para atender a los pacientes sintomáticos que había que hacerles el estudio porque tenían un sangrado y a los pacientes asintomáticos que tenían un resultado de test de sangre oculta positivo. Ya no daba en la prepandemia. Se quejaban los servicios y la sociedad de gastroenterología y la sociedad de los colonoscopistas, que hay un límite. Ahora si no cambiamos las guías se va a desbordar. Y hay muchos ejemplos, por eso hay que ver cuál es la situación actual en cuanto a cáncer, que cantidad de pacientes esperamos, en que situación y reformular las guías de detección temprana, por ejemplo para no saturar la colonoscopía  y diagnosticar  cánceres, éstos sangran más que los adenomas. Hay que modificar el umbral, el límite de sangrado que vamos a considerar positivo, subirlo un poco para diagnosticar los cánceres, porque no vamos a poder diagnosticar a todos con colonoscopía. Hay que re planificar y en esto, la autoridad regulatoria que es el Ministerio de Salud Pública, tiene un papel fundamental. Debe hacerse de forma interinstitucional e interdisciplinaria, liderar por el MSP, que rápidamente debe convocar a ajustar las guías y convocar a los prestadores integrales a ajustar como van a ser las nuevas campañas de sensibilización, donde van a apuntar y como se van a organizar para poder atender en tiempo y forma la situación oncológica en esta etapa de la pandemia y en la post pandemia.

 

Preg. Prof. Rodolfo Vázquez

La segunda pregunta va dirigida a la prevención primaria, como bien usted Dra. dijo, es alarmante observar que, durante la pandemia, hábitos, conductas y comportamientos, que tanto costo implantar y hacer saludables, la población retrocedió claramente en esto. Ya hay estudios sociológicos y epidemiológicos que establecen que va a ser mucho más difícil reimplantarlos, que lo que fue implantarlos. Sabemos que los 4 grandes asesinos de la humanidad no solo para lo oncológico, sino para las enfermedades no transmisibles son: el tabaquismo, consumo no adecuado de alcohol, dieta no saludable y el sedentarismo, se han multiplicado notoriamente en la pandemia y en Uruguay ha sido notorio. Ya hay estudios de la Facultad de Medicina que lo ponen en manifiesto. En consecuencia, todo lo que es apuntar a la cesación de esos factores de riesgo en las personas que los adquirieron, o la evitación de esos factores de riesgo en el niño, es una actividad fundamental de prevención primaria ¿Que sugiere usted hacer intensamente para tratar de revertir esta situación en los próximos meses?

Respuesta Prof.Lucia Delgado.

Esa es la parte más difícil en algunos aspectos, porque la pandemia infecciosa ahora atenta en el Mundo con una nueva ola y atenta contra la actividad física, pero no necesariamente. Entonces también hay reformular los mensajes, promover la actividad física en el domicilio porque no se puede ir a los gimnasios. Entonces el MSP debe con conjunto con los prestadores de salud, promover campañas que sensibilicen y dar educación que reorienten a la población para que mantengan una dieta saludable, realicen actividad física y ni que hablar mantener el control del tabaquismo, si es posible continuar reduciendo, porque es la principal causa de muerte en el mundo, una pandemia principal, al igual que el consumo nocivo de alcohol. Es por eso que la autoridad regulatoria debe marcar el camino, preocupa que lo marque al revés, con decretos que autoricen algunos tipos de tabaco, bajar las exigencias en el consumo de alimentos no saludables y sobre todo hay que lograr revertir el aumento de la pobreza. Las políticas públicas deben apuntar a eso ¿cómo alguien puede comer saludable si no hay dinero para ello? Los más vulnerables no pueden acceder a conductas saludables, es más difícil, los aparatos para hacer gimnasia cuestan dinero. Hay que repensar todo y atender a las heterogeneidades. No puede haber recomendaciones iguales para todos, hay que atender a las poblaciones más vulnerables, de qué manera podemos llegar y ayudar para que se recupere el control de éstos factores de riesgo y prestar atención.

En los Ministerios de Salud Pública del mundo, no están todos los funcionarios ocupados con la pandemia infecciosa. Lo mismo pasa con los médicos, no todos tuvimos el mismo nivel de participación o de estrés, no es lo mismo ser oncólogo en pandemia que intensivista, o médico del primer nivel de atención, no tiene relación alguna. Podríamos haber ayudado, participado el primer nivel de atención puede ser más activo en la búsqueda de los casos de la pandemia infecciosa y el resto de los funcionarios que tiene la capacidad técnica de reformular programas, de prevención primaria, de detección temprana y favorecer el acceso a  diagnóstico y tratamiento: si aumento la pobreza ¿cómo van a llegar los más vulnerables  a los centros de radioterapia y permanecer en una ciudad, alojados donde para recibir un tratamiento en tiempo y forma?. De todo eso se tiene que encargar el área de enfermedades no transmisibles, en todos los países y tienen el tiempo para hacerlo. Tenemos que empujar e impulsar para que esto se pueda hacer, para mitigar el impacto que, si no vamos a ver en los próximos meses y en los próximos años, creo que este es el mensaje. En eso todos tenemos que participar, básicos, clínicos, administradores de salud, desde las organizaciones académicas junto al MSP. Esta fue la propuesta que le entregamos al Ministro de Salud Pública, que la recibió muy bien, lo entendió muy bien y me consta que entre todos podemos hacerlo y Uruguay puede ser en esta área también un modelo para la región.

Gracias.